En una semana que ha ido destapando inmoralidades de todo tipo desde las altas esferas de nuestra triste política y que culmina con noticias negras tanto a nivel nacional como en nuestra universidad, he recordado esta vieja canción de Stephen Foster, interpretada aquí por Mavis Staples.
El montaje visual que acompaña a la canción incorpora todos los ingredientes de la historia oficial de EE.UU. entre el 29 y la llegada de Roosevelt e incluye algún error cronológico en las imágenes. Pero, más allá del regusto a panfleto demócrata y la mistificación de FDR, no cabe duda de que las fotos de Lange y compañía resonarán, si no en lo material sí en lo anímico, con el calvario que nos toca.
La canción fue de hecho publicada mucho antes de la Gran Depresión, en 1854, en Nueva York, cuando la ciudad se enfrentaba a una durísima crisis que pondría las espadas obreras en alto y terminaría con el despliegue de una nueva política reformista que, entre otras, incluía la iniciativa de Central Park, no sólo como espacio para la mejora ambiental y el disfrute de los ciudadanos, sino también como una verdadera oportunidad para la generación de puestos de trabajo — varios miles de obreros, la mayor parte no cualificados, fueron empleados en la creación del parque.
Estas articulaciones del pasado me dejan pensando, conforme se consumen los compases, ¿cuándo llegarán las nuevas uvas de la ira? ¿Cuándo nuestro particular nuevo ‘nuevo trato’?
Mientras tanto, ahí va la letra:
Hard Times Come Again No More
1.
Let us pause in life’s pleasures and count its many tears,
While we all sup sorrow with the poor;
There’s a song that will linger forever in our ears;
Oh hard times come again no more.
Chorus:
Tis the song, the sigh of the weary,
Hard Times, hard times, come again no more
Many days you have lingered around my cabin door;
Oh hard times come again no more.
2.
While we seek mirth and beauty and music light and gay,
There are frail forms fainting at the door;
Though their voices are silent, their pleading looks will say
Oh hard times come again no more.
Chorus
3.
There’s a pale drooping maiden who toils her life away,
With a worn heart whose better days are o’er:
Though her voice would be merry, ’tis sighing all the day,
Oh hard times come again no more.
Chorus
4.
Tis a sigh that is wafted across the troubled wave,
Tis a wail that is heard upon the shore
Tis a dirge that is murmured around the lowly grave
Oh hard times come again no more.
Chorus
Grande