La reciente proliferación de artículos, ponencias y toda clase de intervenciones dirigidas a proporcionar guías y recetas para la preparación de artículos científicos es reveladora del nuevo régimen de producción académica al que se enfrentan las universidades. Profesores, doctorandos, investigadores en general, deben mostrar los resultados de su trabajo intelectual a través de sus publicaciones. Aunque muchos se quejan de la implantación de este sistema en nuestro país, el fenómeno dista de ser específico de nuestro entorno. Como muestra de ello, recordaré el chiste con que un teórico foucaultiano se refería a estas dinámicas no hace mucho, jugando con el título de la traducción inglesa de Surveiller et punir (Discipline and Punish): el nuevo imperativo que caía sobre los académicos, decía, es Discipline and Publish, disciplinar y publicar.
Lejos estoy de sumarme al lamento. No creo que la escritura sea el castigo irrelevante que sigue a una investigación ya consumada sino que, por el contrario, la veo como su clímax, cuando todo lo descubierto y aprendido desfila por fin en un orden lógico que permite destilar y depurar las hipótesis, intuiciones y horizontes que han jalonado la indagación. Se deduce, claro, que disfruto mucho escribiendo y no encuentro ningún conflicto, más bien al contrario, en el papel en blanco, en las sucesivas revisiones, correcciones, etc.
Pero esa experiencia de la escritura no siempre se produce, especialmente en los primeros momentos en la carrera de un investigador. Una y otra vez los alumnos de doctorado acuden preguntando cómo enfrentarse a la redacción, cúales son las mejores formas de estudiar para facilitar posteriormente la escritura, cómo construir los textos… y, semana tras semana, es habitual oírles decir que este capítulo les está costando mucho, que no dan con la mejor forma para estructurar sus hipótesis, que no han avanzado apenas porque se atasca aquella conclusión. De modo que, quizás, sea útil dar un repaso rápido a ciertos métodos, modos y trucos para escribir, en particular los relacionados con la preparación de artículos.
A estas alturas pueden encontrarse en la red numerosos materiales que, a modo de manuales, guías o recetarios, pretenden proporcionar pautas o aclarar a los investigadores algunos mecanismos de escritura. Por ejemplo, podéis consultar estos trabajos:
Slafer, G. (2009) “¿Cómo escribir un artículo científico?”, Revista de Investigación en Educación, 6, 124-132.
Sabaj, O. (2009) “Descubriendo algunos problemas en la redacción de Artículos de Investigación Científica (AIC) de alumnos de postgrado”, Revista Signos, 42(69), 107-127.
En el mundo anglosajón la producción científica sobre los modos de producir textos científicos es apabullante y tiene sus propios campos de especialización: los how to…? se dispersan y especifican para artículos, abstracts, palabras clave, solicitudes de becas, tesis… incluso podéis encontrar información relativa al mejor modo de escribir una carta de presentación para vuestro artículo. Para añadir un poco más de confusión, las grandes multinacionales de la investigación académica suelen ofrecer sus propios manuales, que supuestamente os conducirán al “éxito” de forma automática. Por ejemplo, la controvertida Elsevier da, con todo el despliegue de medios que le permiten sus recursos, consejos sobre la preparación de textos en una serie de vídeos aquí y en una breve guía aquí. Sage da los suyos, más modestos, aquí.
Desgraciadamente la mayor parte de estas recetas tienen poco valor a la hora de sentarse a escribir, más allá de cuestiones obvias de corrección en la redacción, orden y claridad en la exposición, etc. Además con frecuencia tienen más relación con las ciencias duras y suponen una franca desorientación para los que trabajan desde las ciencias sociales y las humanidades. Para estos últimos, desde luego, hay un amplio abanico de manuales sobre métodos de investigación, pero ¿qué hay de las prácticas materiales, las claves e incluso los trucos en el acto de escritura?
A los que estéis buscando respuestas a esta pregunta y, en general, a los que queráis conocer y compartir la experiencia de escritura de otros académicos, os invito a visitar el portal de la interesante experiencia puesta en marcha por el Departamento de Antropología de la Universidad de Durham: Writing on Writing. Encontraréis las reflexiones de un buen puñado de científicos sociales sobre sus modos, manías y pautas de investigación y escritura. Algunos son realmente valiosos y seguro que proporcionarán pistas a los más desorientados.
Para completar esta entrada, prometo dejar reflexiones sobre mi propia experiencia próximamente.
Pingback: ¿Cómo escribir un artículo científico? (2) | multipliciudades
Pingback: Investigando Central Pak | multipliciudades