De vuelta por Madrid desde hace unos días después de la estancia en Cambridge. Como de costumbre el Urban Theory Lab y la Graduate School of Design fueron unos excelentes anfitriones: ¡gracias a todos por allí! En la web del grupo se ha incorporado información sobre los últimos pasos de su seminario sobre territorios extremos de urbanización, que pueden consultar aquí. Una muestra del trabajo realizado por los alumnos, en el que quizá sea el más extremo de los territorios extremos —la atmósfera— puede verse en el siguiente vídeo realizado por Chris Bennett (incluido a continuación; más información aquí). Además de metraje histórico rescatado de varios documentales y noticiarios de la época de las primeras exploraciones espaciales, el vídeo incorpora un mapeado de la evolución en la ubicación de las estaciones de lanzamiento y secuencias del mayor centro de operaciones en la actualidad, de gestión privada y ubicado en Kazajistán. El caso ilustra bastante bien la deriva privatizadora que han sufrido los procesos de urbanización extendida con posterioridad a la década de 1970, uno de los aspectos en los que se ha centrado el trabajo del UTL en este seminario de 2014.
De regreso en Madrid, junto al cierre de curso y las tareas institucionales habituales, están pendientes de concluir las piezas abiertas en Cambridge. Estos días trabajo en un capítulo de libro para la compilación que Harald Bodenschatz, Max Welch Guerra y Piero Sassi están editando en desarollo del congreso celebrado en Weimar el pasado mes de noviembre en torno al urbanismo de las dictaduras europeas. Mi contribución pretende explorar los rasgos comunes a las distintas experiencias analizadas en el libro (Italia, España, Alemania antes y después de la 2ª Guerra Mundial, URSS y Portugal) y los lazos más profundos que existen entre sus urbanismos y la producción del espacio de la modernidad. Inevitablemente estoy empleando un enfoque de gubernamentalidad —de las racionalidades de gobierno que operan en estos episodios— pues una perspectiva de economía política creaba más conflictos que oportunidades de análisis en este caso. Así que hay bastante Foucault y algo de Lefebvre y Rancière en marcha, espero que ayudando a hacer todo más comprensible.
El argumento central es que las distintas experiencias de los urbanismos totalitarios comparten entre sí y con la genealogía más amplia del urbanismo moderno los siguientes rasgos:
– Énfasis en una geografía del cálculo y la ampliación sustancial de la escala y alcance de las estrategias espaciales.
– Preeminencia de gubernamentalidades disciplinares en la ingeniería social del totalitarismo.
– Intento de ‘totalizar’ la vida social por medios plásticos y formas construidas, a través de una red ampliada de agencias institucionales ligadas a espacialidades concretas.
El desarrollo a partir de aquí sugiere que los urbanismos totalitarios conjugan estos tres aspectos de modos históricamente específicos hasta constituir un cierto exceso del proyecto moderno. Por un lado se produce un avance sustancial en ciertas líneas evolutivas, especialmente las relacionadas con la ordenación del territorio en la escala supramunicipal y ligadas a estrategias de creación de infraestructuras. Otras iniciativas, sin embargo, conducen a un agotamiento de estrategias de gobierno, especialmente aquéllas que rescatan anacrónicamente enfoques sociales ‘duros’ derivados de los primeros pasos del reformismo urbano. La manifestación ‘planificada’ de estas lógicas disciplinares se verá superada en la posguerra por enfoques más ‘liberales’, pero parte del intento de normalización socioespacial quedará instalada al nivel de la vida cotidiana y se filtrará en las geografías urbanas del miedo durante la posguerra y hasta nuestros días.