Últimos días en Cambridge, que aprovecho para preparar un texto que aparecerá próximamente en un libro colectivo. De nuevo los cercamientos, que en mi visita a Harvard han adquirido una dimensión inusitada. No sólo he tenido la oportunidad de leer todo un campo de literatura que está tratando los enclosures desde una perspectiva más contemporánea de la que yo había empleado hasta la fecha en mi investigación historiográfica; además la participación en el proyecto del Urban Theory Lab ha permitido volver sobre un aspecto crucial en mi primer acercamiento al problema del cercamiento en Inglaterra y que, por motivos de espacio y formato, había sido atenuado en los artículos que han aparecido después: el rol de las enclosure acts como dispositivos para la reconfiguración de las relaciones campo-ciudad o, más propiamente, para la construcción de una nueva cohesión territorial capitalista en un entramado cada vez más complejo de escalas entrelazadas.
Tenía la intención de emplear mi estancia aquí para desarrollar los trabajos a partir de la segunda parte de mi tesis (síntesis del proyecto global aquí), en torno al movimiento reformista en Manhattan. El otoño/invierno de 2012/3 se habían ido, en efecto, en reabrir el caso de Central Park, pero mi esperado encuentro con Olmsted en Nueva Inglaterra ha pasado a segundo término. Al volver a Madrid tendré claramente que redefinir la agenda de investigación. Por lo demás, transito las bibliotecas ya fantasmas en una ciudad que de repente parece haberse apagado. Es un tiempo nuevo al que, ay, no podré pertenecer.