En un tono de show genuinamente americano, aquí tenéis una breve entrevista a Michael Sorkin, realizada con motivo de la publicación de su libro Twenty Minutes in Manhattan. Sorkin es uno de los participantes en el sondeo Urban que comenté hace unos días.

La conversación se centra en la ciudad de Nueva York, de la que Sorkin habla como un acumulador de ‘serendipias’ y encuentros (felices e infelices, como diría Deleuze), con comentarios sobre algunos de sus conflictos (el aumento imparable de las diferencias de renta en los últimos años…) y oportunidades (las habituales diversidad y mezcla de usos, culturas…).

Del lado de las propuestas encontraréis una mezcla de medidas poco espectaculares o novedosas y otras realmente interesantes. Por ejemplo, la defensa de la incorporación de saneamiento separativo a la red de infraestructuras de la ciudad puede resultar un poco modesta para un país como el nuestro, en el que cada vez más las autonomías y sus agencias exigen al planeamiento esta solución para nuevos desarrollos y operaciones de reforma interior; la clave aquí, claro, sería ver cómo gestionar la extensión de esta medida al conjunto del suelo urbano consolidado y de qué modo organizar la reutilización del agua (algo en lo que también hay buenos avances en nuestro país) o, incluso, qué oportunidades cabría encontrar en el proceso mismo de reconstrucción de las calles.

Este leitmotiv, la reconstrucción de la calle, es el que Sorkin toma como slogan para su proyecto de búsqueda de una ciudad autónoma, autosuficiente no sólo en lo energético sino también en otras dimensiones, desde las actividades económicas y la producción agrícola a la vida cultural. Los que quieran profundizar en esta línea de reflexión pueden consultar la página de la organización sin ánimo de lucro que Sorkin dirige, en la que vienen desarrollando desde hace unos años un proyecto de investigación con la propia Nueva York como estudio de caso.