En una de sus páginas más conocidas y, dicen algunos, menos lúcidas:
[C]onfesémoslo: la pobreza de nuestra experiencia no es sólo pobre en experiencias privadas, sino en las de la humanidad en general. Se trata de una especie de nueva barbarie. ¿Barbarie? Así es, de hecho. Lo decimos para introducir un concepto nuevo, positivo, de barbarie. ¿Adónde le lleva al bárbaro la pobreza de experiencia? Le lleva a comenzar desde el principio; a empezar de nuevo; a pasárselas con poco; a construir desde poquísimo y sin mirar a diestra y siniestra.
1933, escrito, supongo, con la incertidumbre de dos mundos verdaderamente nuevos a punto de instalarse a ambos lados del Atlántico. Empezar con muy poco; terminar, de hecho, en otro tipo de barbarie…
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